jueves, 22 de marzo de 2012
Si Peter Pan viniera...
El tiempo ha pasado y Wendy es toda una mujer.
Tiene una hermosa hija, tan hermosa como lo era ella la primera vez que pisó Nunca Jamás de la mano de Peter Pan.
Wendy acaba de acostar a su niña. La habitación está oscura. De repente se abren las ventanas de par en par.
Contra el cielo estrellado se recorta la figura de Peter Pan.
-Wendy, viene a por ti. Es el tiempo de la limpieza de la primavera. Tienes que cuidar de mí y de los niños perdidos.
Pero Wendy le confiesa que se ha olvidado de volar.
- No malgastes en mi el polvo de las alas de las hadas- le dice.
Peter Pan, que aún es niño, no entiende nada.
Wendy le dice: - Encenderé la luz para que comprendas.
Y por primera vez , que nosotros sepamos, Peter Pan tiene miedo.
Y solo acierta a decir: - No enciendas la luz.
Esta noche encenderemos la luz, con la certeza de que si Peter Pan viene a buscarnos, podremos sostenerle la mirada sin darle un susto de muerte.
Si Peter Pan viene a buscarles, no lo duden, miren su cara. Y emprendan esa urgente huida.
Y que no me entere yo que se marchan sin nosotros.
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