lunes, 3 de febrero de 2014

Una mujer y un vaso de vino curan todo mal, y el que no bebe y no besa está peor que muerto.

"Y fue entonces cuando se besaron. En ese instante, no reparaba en el vino, la comida, las velas o en el tiempo. Solo importaba Ella. En ese instante ambos eran uno. Sonrieron, Él le dijo algo al oído, algo que la hizo sonreír aún más. Ella le mordió la oreja. Ambos se levantaron del sofá. Subieron las escaleras cogidos de la mano. No les importaba nada, estaban felices por estar juntos de nuevo y sabían que esa noche era únicamente para ellos."

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